domingo, 10 de enero de 2016

Una obra para cien años...

Mi hermano y mi cuñada necesitaban un alero para proteger la leña que guardan en la parte posterior de su caseta de campo. Como buen bricolajista me ofrecí a llevar adelante ese proyecto.
Conseguí tres sólidas escuadras que fijé firmemente a la pared:


 El siguiente paso fue hacer una estructura de aluminio que soportara el tejadillo. Ligera pero fuerte.

El tejadillo, de fibra de vidrio, se fijará a la estructura con tornillos rosca-chapa...

Primero fijé la estructura a las escuadras...

 Nótese el detalle de los tacos de madera para dar una buena pendiente al tejadillo:

Y sobre la estructura procedí a fijar las láminas de fibra de vidrio. Y este es el vistoso resultado:










El orgulloso operario inmortaliza el momento y se fotografía junto a su imperecedera creación:

Más ancho que largo....

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