"Una obra para cien años"... Ya, ya,...
Mi gozo en un pozo. El envanecido operario que, orgulloso, creía haber construido una instalación imperecedera, una semana después debe tragarse sus palabras. Ahora se desinfla más rápido que una llanta acuchillada...
Una semana, solo siete días, y un día de viento moderado han sido suficiente para acabar con esa obra que fue declarada como eterna...
He aquí el patente documento gráfico de tan ignominioso desastre:
Aprovechando los restos, se ha recompuesto la leñera de esta guisa:
lunes, 11 de enero de 2016
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