Tomamos el desvío en Escalona y tras 5 kilómetros de sinuosa carretera llegamos al lugar, señalizado con carteles.
Hay un pequeño espacio para aparcar junto a la estrecha carretera.
Desde ahí iniciamos un largo descenso al fondo de un estrechísimo desfiladero formado por la acción erosiva, durante siglos, de las aguas del Bellos sobre la roca calcárea.
Se suceden los peldaños uno tras otro. Son más de 270.
Las aguas templadas de esta fuente están especialmente recomendadas para afecciones bronquiales. Para que sean efectivas se recomienda hacer una novena, es decir, tomar las aguas durante 9 días seguidos. Como es obvio, solo se pueden tomar in situ, lo cual supone un excelente entrenamiento aeróbico.